Definitivamente estamos viviendo en tiempos de adaptación, y con él nos enfrentamos a sentimientos ambiguos entre la inseguridad que produce lo incierto y la emoción que produce lo novedoso. Este año en nuestra biblioteca, como en la mayoría del estado, hemos creado nuestro programa de lectura de verano en una plataforma virtual para poder seguir brindando servicio y apoyar a nuestra comunidad.

En el Departamento de Niños, área donde me desenvuelvo como Bibliotecaria Infantil, hemos estado trabajando en divertidas actividades para mantener el interés de lectura durante el verano, rigiéndonos por el distanciamiento social que hoy en día nos dirige. Actividades como “búsquedas del tesoro en casa”, “escribe un diario acerca de tus sentimientos” o “¡Hagamos yoga!” son algunos ejemplos.

Pero, ¿qué pasa con aquellos niños que aún no van a la escuela o no saben leer? ¿Cómo podemos hacer que este tiempo forzoso en casa sea también beneficioso para ellos? ¿Cómo hacer para que padres o tutores se sientan comprometidos a leerles sin que esto no represente un peso más dentro de una rutina ya cargada y estresada?

Tratando de dar respuestas a estas preguntas surgió la idea de crear una insignia en nuestro programa de lectura de verano, dirigida a “Niños Escuchas”, que incluye actividades sensoriales que les ayuden a explorar, conocer y procesar la información del mundo que los rodea. A veces, los padres no son tan conscientes de la importancia de exponer a los niños en edad preescolar a el toque de distintas texturas, y que esto es la base para un buen inicio y desarrollo de las destrezas de lectura/escritura posteriores.

En nuestra insignia virtual “¡Explorando texturas!/Actividades Sensoriales”, animamos a los padres a leer a sus hijos un libro de un tema en específico y seguido de esto hacer una actividad sensorial. Ellos tendrán la opción de hacer la actividad por sí mismos con un enlace que estamos proporcionando, o venir a la biblioteca y agarrar materiales para realizarlos en casa.

Esta insignia cuenta con tres actividades, y al momento hemos establecido “¡Jugando con arroz!”, “Tienda de mantecados” y “Dinosaurios”.  Hemos creado bolsas para estos desafíos, etiquetándolas con el nombre de cada actividad y poniendo dentro los materiales que utilizarían los padres.

En la primera actividad los lectores son exhortados a leer a los niños un libro infantil acerca de carros y entonces realizar una actividad sensorial poniendo en un envase arroz crudo y algunos juguetes. En nuestras bolsas hay dentro arroz multicolor pintado con colorante para comida y tres carritos de juguete.

En la segunda actividad deberán leer un libro acerca del tiempo de verano y entonces recrear un juego con plastilina y pompones para pretender tener una tienda de mantecados. Nosotros entonces proveemos los materiales mencionados más envolturas de “cupcakes”, piedrecillas de colores y utensilios para moldear la masilla.

Ya en la tercera actividad recomendamos leer un libro acerca de dinosaurios y entonces cubrir juguetes de estos animales prehistóricos en plastilina hasta formar un óvalo con forma de huevo que sus hijos tendrán que “descubrir” utilizando sus deditos. Nuestras bolsas contienen plastilina “hecha en casa” y no tóxica que puede ser utilizada por pequeñines, y dos dinosaurios de juguete.

Hemos creado alrededor de 30 bolsas por actividad. Al momento de agotarse, nuestros compañeros de Circulación han sido orientados para darlo a conocer al Departamento de Niños y así nosotros borraremos la actividad de la plataforma para añadir una nueva. De esta forma “¡Explorando texturas!” se mantendrá actualizado, novedoso y divertido durante el tiempo. Es importante destacar que todo nuestro programa de lectura de verano está disponible en otros idiomas, incluyendo español.

De igual modo y para evitar confusión, hemos escrito en las instrucciones de la insignia cómo deben los padres o tutores preguntar por ellas a la hora de programar un recogido, ya que están disponibles para “Curbside Pick Up” o Recogido de Acera.

Los niños aprenden a través de experiencias significativas y sensoriales en sus primeros años de vida. Incluso antes de llegar al mundo están conociendo su entorno a través de sus sentidos. Es necesario fomentar este tipo de actividades sensoriales en las que ellos puedan divertirse y a la vez prepararse para los años escolares siguientes. Las posibilidades son infinitas y múltiples los materiales que pueden despertar y hacer bailar la curiosidad de un niño. ¡Nuestro reto como bibliotecarios está en proporcionar este tipo de experiencias tan enriquecedoras a los pequeños de nuestra comunidad!